Nuestros clientes acuden a nosotros en lo que suele ser uno de los peores momentos de su vida. Mi objetivo es que el cliente comprenda el proceso legal, y la forma en que se maneja su caso. El saber que mis esfuerzos han ayudado a lograr un resultado positivo proporciona un sentimiento de satisfacción y orgullo personal.
Hay casos en los que un cliente no puede cobrar daños suficientes para compensarlo por una lesión, incluso cuando ese cliente ha sufrido una lesión grave sin culpa propia. La realidad de la práctica de lesiones personales es que debe haber suficiente seguro disponible para compensar a una persona por su pérdida. Los casos en que eso no ocurre exacerban una situación ya difícil. Las situaciones de cobertura limitada frustran el esfuerzo por obtener una compensación justa por el dolor y el sufrimiento de una persona.
Preparo cada caso como si fuera a ser juzgado en un tribunal. Esto significa dedicar tiempo a detalles aparentemente menores que pueden volverse tan importantes en la sala del tribunal. La preparación es la clave para un resultado exitoso. La fuerza subyacente de un caso es obviamente importante, pero el caso más fuerte aún requiere una preparación adecuada.
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